miércoles, 1 de julio de 2009

Después de un mes, toma de contacto.

Bueno, tras un mes totalmente retirado de la bicicleta, esta tarde me he aventurado, pero antes de nada, tenía que montar la transmisión nueva.

Manetas y cambio XT, compradas a mi buen amigo y tocayo Troy. La odisea comenzó esta mañana, cuando salí de casa para comprar unas fundas nuevas en Radikal Bike. Llego a casa, y hasta las cuatro de la tarde no empiezo a montar nada. Lo primero era calcular la medida de la cadena, ya que la referencia de la anterior no me valía al tener montado un cambio de pata media, y esta ser de pata larga. Tras leer varios post, veo que el método más usado es el de poner cadena en plato grande y piñón pequeño y que la patilla del cambio este perpendicular al suelo. Correcto, cuesta un poco solo teniendo 2 manos y ningún lado donde apoyar la bike, pero con paciencia, conseguí hacerlo. Coloqué un eslabón rápido de Sram, para poder limpiar la cadena a fondo en sucesivas revisiones. Por ahora sin problemas.

Monto el cable del desviador, este me ha costado más regularlo. Subo al plato grande, y con ayuda de un destornillador, dejo el desviador en esa posición. Cachis, me haría falta una mano más... Bueno, tengo una cuerda, amarro el destornillador y listo, tenso con ayuda de unos alicates el cable, y aprieto. En principio correcto, doy vueltas a las bielas, y baja al 2º plato, algo falla. Vuelvo a repetir el proceso como 3 veces, hasta que consigo dejarlo fino con el ajuste de tensión de la maneta, perfecto. Pasemos al cambio

Aquí lo puse en el piñón grande. Coloco primero la cadena, estiro el cambio hasta la posición y lo mantengo mientras aprieto el "pillacable". Casi perfecto, no me dí cuenta de una curva en la funda que hacía que no tensase correctamente. Repito el proceso, esta vez aflojé al máximo el tensor de la maneta, que lo tenía apretado. Vuelvo a aprisionar el cable y queda algo regular, cambiaba pero saltaba. Fácil arreglo, unas vueltas al tensor de la maneta y listo. Pruebo a cambiar todas las relaciones posibles, en ningún momento me toca cadena con desviador ni hay roces extraños. Perfecto.

Me preparo para salir. Nada de montaña, carretera para comprobar el estado de mi rodilla. Salgo hacia El Padrón por la carretera paralela a la autovía. La gusa me aprieta, y me decido a tirar por el sendero que da al río. Iba con algo de precaución al principio, llevo una nueva potencia, 2 cm más corta que antes, y el manillar ancho que siempre he llevado. Cuando compruebo el excelente control que he conseguido con este cambio, me lanzo y suelto frenos hasta la curva. Con la sequedad del terreno, veo que se ha formado un peralte, y por primera vez, me decido a cogerlo como he leído en varios foros, al principio iba asustado pero comprobé lo manejable que se había vuelto mi montura, así que más alegre de unas castañuelas, afronto el último escollo, un semicortado de unos 50cm, donde normalmente te decides a salir por la pequeña rampita que tiene por forma, pero yo ya iba lanzado, así que tiro lo justo del manillar para caer en plano. Me sentía bien, la rodilla perfecta, no se resintió con el aterrizaje.

Desde ahí, sigo por el camino junto al río hacia abajo, a bastante buen ritmo. Noto un ruido y una vibración en la biela. me bajo, reviso mil y una cosa, hasta que al final caigo en la cuenta, el plato mediano esta desgastado, pues solo lo hace en ese plato en cualquier relación, así que tendré que pillar uno nuevo. Engrano plato grande y sigo todo el camino cambiando en distintos piñones, puedo ir bien en todos más o menos, y reservo los 2 últimos para la zona más rápida. Aquí voy probando distintas cadencias, rápidas acelerando el corazón, lentas haciendo mucha fuerza para ver si la rodilla se quejaba, pero no pasaba nada, la rodilla parecía responder estupendamente. Llego a una rotonda y allí me doy la vuelta, para hacer entero el camino junto al río. En esta zona, en un duro repecho de un par de metros, es el único momento en que he notado la rodilla, cosa normal, plato grande, y piñón bajo, era demasiada fuerza en subida, así que me relajo.

Desde allí, no volví a sentir nada más en la rodilla, fui todo el camino en plato grande moviendo desarrollos medios. Aprovechaba cada escalón o escalera para desfogarme y saltar, que después de un mes totalmente parado, tenía unas ganas terribles. La nueva potencia me permite controlar mucho mejor y tener más equilibrio en zonas lentas, y el manillar más ancho que el que llevaba hasta ahora, me ayudaba con estabilidad.

Y yo ahora, más feliz y desahogado que hace un par de días. El viernes volveré a salir, tal vez hasta el bosquecillo con Juanjo, y probaré en condiciones, ya que hoy apenas estuve fuera una hora...

Salu2!!